miércoles, 17 de octubre de 2018

El espíritu del Juan de Herrera

     
      Troncos de árbol en el jardín se trasladan hasta formar un círculo a la sombra después de sonar el timbre de salida del primer viernes de clases. Esta vez empezamos el curso al aire libre y el círculo se abre cada vez que se nos suma alguien más. Caras nuevas, caras relajadas por los meses de vacaciones en este septiembre por primera vez sin exámenes; caras de quienes ya están en la Universidad pero no renuncian a nuestro encuentro semanal, a costa de recorrer toda la Comunidad de Madrid para llegar a la reunión a la que no han faltado durante sus años en el Juan de Herrera; y caras agotadas porque esta madrugada regresaron del intercambio con Aarhus (Dinamarca), pero querían hoy estar aquí. Veintisiete en total.

      Estamos contentos por vernos de nuevo, impacientes por ponernos ya a la tarea, reforzados por la Mención Honorífica que nos ha concedido el Ayuntamiento este verano. Orgullosos, nos pasamos el diploma de mano en mano, que algunos no habían visto. Pasa también un libro que una profesora nos ha hecho llegar: “Canciones para Aylan”, de Ramón Roldán, (Ed. Poesía eres tú, 2018), con el ofrecimiento del autor de venir al Grupo. Pasan las galletas de chocolate y las frambuesas que compartimos de postre hoy... 

      Mientras, escuchamos la lectura de un artículo de periódico que nos devuelve al estado de alerta por las atrocidades que suceden en el mundo: "Aumento de muertes en el Mediterráneo..."

      Inmediatamente, alguien recuerda también el asunto de la venta de armas del Gobierno de España a Arabia Saudí y su uso en la guerra contra Yemen en la que están muriendo millares de civiles. Hay que profundizar en este asunto.

      Recordamos también la cantidad de comunidades indígenas a lo largo de América y África, malmuriendo en los márgenes de las carreteras junto a sus tierras de siempre, ahora explotadas por intereses comerciales: el azúcar, la madera, el agua, el petróleo, que el "primer mundo" consume sin freno, mientras los defensores de sus derechos son perseguidos o encarcelados...

      Informamos luego de que la Red de Escuelas de Amnistía Internacional nos propone recoger firmas por un chico de catorce años, José Adrián, detenido y torturado en Yucatán (México), y por un iraní, Hazadi, condenado a muerte cuando tenía quince tras un juicio claramente injusto, que lo mantiene ya catorce años en un angustioso corredor de la muerte...

      Contrarrestan el pesimismo por tales barbaridades otros proyectos esperanzadores, gestos de personas que luchan por ese cambio del mundo que nuestro Grupo Escolar persigue: 
       Así, proyectos como la Jornada de graffiti y teatro en Torrelodones “Grietas en el muro” el sábado 15, que recordará el drama de las personas que buscan refugio, y el libro mencionado de "Canciones para Aylan" hace reflexionar sobre el mismo asunto.
       O como el ejemplo de los expertos en Pueblos Indígenas que participaron en el Curso de la Universidad Carlos III, junto con la Relatora de las Naciones Unidas y las Brigadas de Paz. Todos ellos luchan por aquellas gentes, del mismo modo que el Grupo de Amnistía Internacional de Cantabria, que se interesa, del mismo modo que el Grupo Local de Villalba y el nuestro, escolar, por la comunidad indígena guaraní kaiowá Apika'y de Mato Grosso do Sul, y que promueve el envío de cartas mensuales a las autoridades de Brasil reclamando justicia. Esa iniciativa cántabra da la idea a los más jóvenes de nuestro Grupo de que también ellos pueden escribir en su propio nombre a esas autoridades. 

      Suscita nuestro interés la exposición de la Casa de la Cultura:  “La construcción de un sueño colectivo en Gandiol”,  que muestra el precioso proyecto de la ONG “Hahatay, son risas de Gandiol”,  cuyo impulsor, Mamadou Dia, está convencido de que los senegaleses deben desistir de venir a la deshumanizada Europa, porque es posible hacer grandes cosas en su propio país. Seguramente podamos tener la exposición en el Instituto, y, quizá, contar con la presencia de Mamadou. ¡Ójala!

       Otra noticia que nos anima a seguir en nuestro quehacer solidario, es la de que un equipo del profesorado del Instituto va a empezar a trabajar en un seminario de formación consistente en la creación de materiales de Derechos Humanos para sus respectivas áreas didácticas. Esta iniciativa arraiga aún más en el espíritu del Juan de Herrera la cultura de los valores en los que nuestro Grupo cree y en los que lleva centrado más de ocho años. 
       Este avance nos afianza en el propósito que nos planteamos al finalizar el curso pasado: dejar memoria, hacer visible de modo permanente todo lo que el Grupo Escolar ha hecho al dirigir el foco sobre situaciones de incumplimiento de Derechos Humanos de todo el mundo, sobre las que nos informamos para informar luego a la Comunidad Educativa y a todo nuestro entorno, pues estamos convencidos de que el conocimiento es el primer paso para que las cosas puedan cambiar, aunque sea un poquito. Dicha visibilidad se hará realidad con un mapamundi gigante mural de los Derechos Humanos trabajados por nuestro Grupo de Amnistía Internacional año a año, que se verá al entrar al Instituto. 
       Cualquier persona, nada más entrar en el Juan de Herrera, sabrá que, además de trabajar en lo académico, además de cuidar la convivencia, también nos formamos en valores de solidaridad y sostenibilidad que nos hacen "mirar más allá de la punta de nuestros zapatos". 

      Es el espíritu del Juan de Herrera.