miércoles, 1 de noviembre de 2017

Un hogar para los niños de la guerra en Siria. Festival en el IES Juan de Herrera


      Apuntaos esta fecha, 04,11,2017.

      Ese día hemos organizado un festival para ayudar a Aldeas Infantiles SOS a fin de recaudar fondos para la rehabilitación de escuelas en Alepo y la nueva Aldea en Damasco.

      Hay organizadas diversas actividades para todos los gustos:

      Los de "Aquí huele a pintura" van a hacer un graffiti en un muro artificial con la técnica de cello Graff. Vendrá un grupo de rock, la Banda municipal de música de San Lorenzo de El Escorial, profesoras del CEIP Antoniorrobles, con su taller de Aprendizaje Servicio Tejer y compartir, y el Club Juego y Aventura (los de +13) con una Oca refugiada gigante y otros juegos. Colabora también el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial y familias del Centro de Día de la Aldea de San Lorenzo y su Escuela Infantil.

      Además se podrá disfrutar de un espectáculo de rap, de trap y de parkour. Y teatro, magia, creación literaria, street dance, un debate sobre el hip-hop...

... y muchísima ilusión por que esta actividad del Grupo Escolar de Amnistía Internacional obtenga una ayuda real para la actuación de Aldeas en esta horrible guerra que dura ya más de seis años.

      La aportación solidaria es desde un euro en la entrada, y de donativo solidario en el puesto de Sabores del mundo, el de bebidas, el de maquillaje facial y el de tatuajes de henna.

      Todo esto lo organiza nuestro Grupo Escolar de Amnistía Internacional y será en nuestro instituto, IES Juan de Herrera (Carretera de Guadarrama, s/nº, 28200 San Lorenzo de El Escorial, Madrid) de 16:00 a 20:00 del día 4 de noviembre.

      Esperamos que acudáis a esta fiesta solidaria.


      Nuestro hagstag: #aldeasparasiria.








jueves, 28 de septiembre de 2017

Premio Vicente Ferrer

   
EL GRUPO ESCOLAR DE AMNISTÍA INTERNACIONAL. JUNIO 2017

     Un curso más desde enero de 2010, el Grupo Escolar de Amnistía Internacional del IES Juan de Herrera, reunido semanalmente al terminar las clases de la semana, pone su mirada en los Derechos Humanos.

      Somos cincuenta personas, la mayoría alumnos y alumnas, de todos los cursos, y también unos cuantos profesores en activo y jubilados.
      Tenemos en común la preocupación por lo que pasa en el mundo, la empatía con quienes sufren y las ganas de hacer algo, lo que podamos, por aliviar su sufrimiento, aunque sea solo un poquito.
      Leemos, comentamos, debatimos, discutimos, confrontamos, hasta llegar a alguna conclusión que abarque todas las sensibilidades. Espontáneamente surgen las ideas: 
      "Podríamos poner carteles."
      "Usaremos las redes."
      "Lo comentaremos en casa, en clase, a los amigos."
      "Nos pondremos en la entrada con nuestros chalecos amarillos a recoger firmas por los casos que Amnistía Internacional propone en el Día de los Derechos Humanos, en el Día de la Pena de muerte o en el Día contra el uso de menores soldados. 
      "Recibiremos en nuestro Instituto, un sábado de diciembre, a los otros Grupos Escolares de Amnistía que formamos en Madrid la Red de Escuelas: en talleres trabajaremos la forma de defender los Derechos Humanos frente a los discursos xenofóbicos, homofóbicos y segregadores de todo tipo. Basaremos nuestro discurso en que lo que nos importa es la persona, sea cual sea su origen, su religión, su color o su orientación sexual."
      "Colgaremos una exposición sobre la paz esquiva de Colombia, la estudiaremos y la enseñaremos a quienes quieran verla. Además, invitaremos a José Ricaurte a que venga a explicarnos qué pasa en Colombia, por qué tuvo que salir de allí". 
EL GRUPO ESCOLAR EN SU REUNIÓN SEMANAL

      Y nos desgarrará cuanto nos cuenten las varias personas que nos visitarán a lo largo del curso: Charles Fotso, activista camerunés por los derechos de las personas con albinismo. La odisea de José Ricaurte para obtener la condición de refugiado aquí, en nuestro país: burocracia, esperas, malos modos a él, a su mujer y a sus hijos menores, pues el mayor, ya de dieciocho años, no es admitido dentro de la unidad familiar y tendrá que irse a otro país por su cuenta.
      Provocará nuestras lágrimas Shujaa Graham, cuando nos cuente que pasó ocho años en el corredor de la muerte en Estados Unidos, por una acusación falsa, condenado por tribunales injustos, indultado al demostrarse su inocencia tras una campaña iniciada por unos jóvenes que creyeron en él. Su testimonio y su abrazo grande nos unirá tras su relato. Nos dicen que nosotros lo conmovemos a nuestra vez, por el cálido recibimiento, por la respetuosa escucha, por la atmósfera de humanidad que respiró en nuestro salón de actos, abarrotado para escucharlo.

    La segunda campaña de recogida de ayuda humanitaria para la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio, en enero, tras las imágenes de frío insoportable en los campos de desplazados que veíamos en televisión, colapsará la entrada del instituto: se nos han unido en la recogida varios colegios, el Ayuntamiento nos ha enviado mantas, gente particular viene a traer lo que puede, los niños dejan sus juguetes en una montaña que crece y crece hasta el punto de asustarnos. Extenuados, un viernes por la tarde terminaremos de embalarlo todo en 258 cajas que se apilarán en el salón de Actos. Nos ha ayudado todo el mundo, desde las conserjes al Equipo Directivo, los alumnos del Grupo Específico Singular... E incluso los ocho refugiados universitarios que han venido a hablarnos de su experiencia en el Programa Integra de la Universidad Camilo José Cela, que los ha acogido provenientes de Siria, Irak, Ucrania y Afganistán. Tras arremangarse en el embalaje de todo lo que hemos recibido, en una charla-coloquio nos hacen ver que una situación acomodada de aparente normalidad puede venirse abajo de un día para otro cuando el conflicto se convierte en guerra, persecución, destrucción, hambre y pérdida de todo lo que se tenía. Nos hacen sentir muy cerca todo lo que los medios de comunicación nos cuentan. 

      En fin, el Grupo ha tenido la oportunidad de dar a conocer a toda la Comunidad Educativa numerosos casos relativos a Derechos Humanos: un concejal colombiano que defiende a sus conciudadanos, una abogada siria que trabaja por los perseguidos kurdos, una niña africana albina perseguida por su color de piel, una campesina que no quiere que le expropien su pequeña tierra, unos  egipcios muy jóvenes condenados a muerte por expresar libremente sus ideas, una enfermera estadounidense que creyó en un joven analfabeto al que vio aprender a leer en la cárcel y a pedir respeto a los presos; toda una infancia congoleña expuesta a perder su vida en minas de coltán de sangre para que grandes empresas comercien con nuestros móviles de última generación; millones de personas que no tienen casas ni escuelas ni hospitales, pero no quieren abandonar su país y acaban desplazados en campamentos expuestos a los rigores del invierno y todos los demás que vagan errantes en dirección a esta Europa inhumana que les cierra el paso con muros y concertinas.

      A todos ellos nos une un mismo sentimiento de defensa de Derechos Humanos. Y es lo que plasmamos en nuestra memoria del curso 2016-17, reconocido por la AECID con el Premio Nacional Vicente Ferrer.


      El 24 de julio recibimos un correo que nos informó de que habíamos ganado ese Premio Nacional de Educación para el Desarrollo Vicente Ferrer.
      Tras pasar por una fase de incredulidad, todo el grupo al completo estábamos entusiasmados.
¡Nuestro trabajo había sido reconocido desde el Ministerio de Asuntos Exteriores!
      Cuando pasaron los días y la noticia se hizo pública, nos empezaron a llover felicitaciones: desde el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial, Amnistía Internacional España, Chema Caballero…
      El premio consiste en un reconocimiento al Instituto por lo que hace nuestro Grupo y en un intercambio en Senegal de experiencias con otros profesores españoles de los proyectos premiados. Esto seguramente nos aportará nuevas ideas y relaciones con otros Centros que quizás nunca habríamos tenido.
      Un sincero gracias y enhorabuena al resto de ganadores. Estamos de enhorabuena y ese reconocimiento nos da fuerza para seguir adelante. 

AMNISTÍA INTERNACIONAL NOS DA LA ENHORABUENA EN SU BLOG.
EL AYUNTAMIENTO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL SE HACE ECO DEL PREMIO

sábado, 29 de abril de 2017

Crisis humanitaria: Los refugiados.


     
      El 30 de enero el Grupo Escolar de Amnistía Internacional del IES Juan de Herrera recibimos en el Instituto a seis alumnos y dos alumnas becados por la Universidad Camilo José Cela dentro del Proyecto "Integra", con su profesor, Ignacio Sell.

      En espera de que nos envíen ellos mismos su crónica sobre la tarde que compartimos, dejamos aquí un reportaje que amablemente realizó nuestro amigo Eduardo T.



























martes, 18 de abril de 2017

SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, CIUDAD ACOGEDORA CON LAS PERSONAS REFUGIADAS

Miembros del Grupo Escolar de Amnistía Internacional del IES Juan de Herrera
con la Alcaldesa de San Lorenzo, la Concejala de Servicios Sociales y el Director de Cruz Roja.
      El sábado 4 de marzo, Amnistía Internacional celebró actos públicos de movilización en más de sesenta ciudades dentro de su campaña #YoAcojo, con la intención de averiguar el número de plazas disponibles por parte de los Ayuntamientos para la acogida de personas refugiadas.  

   Con ello querían instar al Gobierno a que empiece a cumplir ya su compromiso de acoger antes de septiembre a 17.337 personas, dado que hasta la fecha solo habían llegado a España 1.141. 

   El Grupo Local de Villalba que nos coordina, participó en el acto de Majadahonda, al que habían invitado al Alcalde o a alguien en su nombre, que no se presentó. A pesar de su ausencia, tal como se había anunciado en la convocatoria, tras un tiempo prudencial de espera, los activistas procedieron a proclamar su localidad como "Ciudad acogedora con las personas refugiadas"

   Por nuestra parte, el Grupo Escolar del IES Juan de Herrera, en reunión del 3 de marzo decidió pedir una entrevista a la Alcaldesa de San Lorenzo de El Escorial, para averiguar la disposición de nuestro municipio respecto a las personas refugiadas. 

   Por mediación de la Concejala de Educación, conseguimos la cita para la fecha solicitada, el jueves, 9 de marzo. A ella acudimos tres miembros del Grupo, y nos sorprendió muy gratamente que nos recibieran la propia Alcaldesa y la Concejala de Servicios Sociales, y que hubieran citado también al Director técnico de Cruz Roja en la Zona de la Sierra de Madrid. 

   Durante la reunión nos informaron de que en 2015, conmocionada la sociedad por el cadáver del niño Aylan, hubo un movimiento ciudadano solidario en San Lorenzo, en consonancia con el acuerdo unánime del Ayuntamiento, que recoge el Acta del pleno del 24 de septiembre, "de colaborar activamente con el resto de instituciones del estado, destinando en función de sus posibilidades, las infraestructuras y los medios económicos municipales necesarios para proveer asistencia y asilo a las personas refugiadas."

   Por esos mismos días, se había creado una base de datos con los ofrecimientos de vecinos del pueblo para acoger refugiados en sus hogares, o para aportar la colaboración profesional o de cualquier tipo que se requiriera. Igualmente, los municipios de la Mancomunidad de Servicios Sociales de la Sierra Oeste de Madrid, ofrecieron todo lo que estuviera en su mano para ayudar. 

     Consultadas las Organizaciones que, como Cruz Roja, tienen experiencia en acogida de refugiados, asesoraron en el sentido de que no es aconsejable que la acogida sea con familias, sino en pisos específicos para quienes llegan, o en residencias, por lo que se hizo recuento de los que cada Ayuntamiento podía ofrecer y se dejó también constancia en la citada base de datos. 

      Por esos mismos días de septiembre de 2015, la Comunidad de Madrid creó el Plan de Atención a Refugiados, dependiente de la Oficina de Atención al Refugiado, que coordinaría los dispositivos de la Comunidad, de las ONG y "las iniciativas de ayuntamientos y entidades públicas de diferente carácter, o las propuestas de colaboración solidaria de personas individuales y familias." 

    Pues bien, una vez realizado el mencionado censo, y remitido a dicha Oficina de Atención al Refugiado, todo ese movimiento quedó paralizado, sin motivo explicable: la coordinación anunciada no se ha hecho efectiva, a pesar de que nuestro Ayuntamiento, como otros muchos, está dispuesto a acoger a personas refugiadas y hay muchos vecinos deseosos de echar una mano... 

    Estando así las cosas, nos parece injustificable que nuestro Gobierno no dé cumplimiento a su compromiso, mientras el tiempo pasa y la situación de quienes han tenido que abandonar sus países se hace cada vez más dramática y desesperanzada. 

      Terminamos nuestra conversación con el ánimo de difundir lo que habíamos hablado, y de intentar que otros Grupos Escolares preocupados por los Derechos Humanos, acudan también a sus Ayuntamientos y se pongan en contacto con Organizaciones como Cruz Roja para entre todos hacer llegar nuestra reclamación ciudadana de modo que el Gobierno actúe de una vez y cumpla con sus obligaciones en relación con los refugiados. 

      Del mismo modo, el Ayuntamiento rescatará su base de datos y la activará para recabar colaboración de más vecinos, y propondrá a la Mancomunidad que actúen en esa misma línea. También solicitarán de la Oficina de Atención al Refugiado información sobre el proceso de acogida. Por último, se interesaron por la actividad de nuestro Grupo y se mostraron dispuestos a difundirla. 

      Por su parte, el Director de Cruz Roja se ofreció a facilitarnos cifras actualizadas de solicitantes de asilo que llegan por otras vías (aeropuerto, costas, Ceuta y Melilla), así como a darnos formación relativa al voluntariado, lo que ya hizo para el Grupo de Amnistía y para el alumnado de Nocturno del Instituto. 



ÚNETE AL MANIFIESTO #YoAcojo como organización o colectivo. Nuestro Grupo Escolar ya lo hizo hace tiempo. 

martes, 11 de abril de 2017

REFUGIADO. POESÍA

      Ignacio Hernández Tijera es un joven profesor de Lengua y Literatura que ha realizado sus prácticas en el Instituto. Las mismas aulas en las que cursó sus estudios, lo han recibido ahora como docente entusiasta y entregado, receptivo a todo lo que se vive aquí día a día.

      En ese afán de integrarse, asistió un viernes a la reunión del Grupo de Amnistía, y desde el primer momento, compartió con nosotros nuestras inquietudes y planes, colaborando como el primero, por ejemplo, en la recogida solidaria para Siria.

      Ahora que ha finalizado sus prácticas, nos deja un hermosísimo regalo: nos dedica este poema en el número de abril de 2017 de Apuntes de la Sierra, la revista cultural de la sierra de Guadarrama, de la que es colaborador.

      Te lo agradecemos infinitamente, Nacho. Sabes que eres uno más en nuestra defensa de los Derechos Humanos.

Refugiado 
(Al Grupo de Amnistía Internacional del IES Juan de Herrera)

Porque vivo lejos de donde vivo,
busca a gritos mi mirada, perdida, 
el lugar en el cual está mi vida... 
Porque vivir es mi único objetivo. 

Porque vivo lejos de donde vivo, 
desorientado en no sé qué avenida, 
en una oscura calle sin salida... 
Porque sobrevivir es excesivo. 

Si la noche puede ser aún más fría, 
si detrás todo dejo y dejo nada, 
si no es mi vida ni siquiera mía. 

Si la tierra se hunde, de tan pe(n)sada, 
si claridad no da la luz del día, 
si en su lugar insiste 
mi mirada.


martes, 21 de febrero de 2017

"PREPARANDO CALOR". RECOGIDA DE AYUDA HUMANITARIA A SIRIA.

    
Cartel, por Grace E. y Dennis F.
      
      Por segunda vez nuestro Instituto, IES Juan de Herrera, hemos colaborado con la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio recogiendo alimentos, material escolar, artículos de higiene, juguetes y mantas, para los desplazados sirios que están malviviendo en campamentos dentro de sus fronteras. 

      Leticia Penadés López, del Grupo Escolar de Amnistía del Instituto, lo vivió así: 
"Hace más de un mes comenzó en el instituto Juan de Herrera una recogida solidaria para Siria. Gente de los alrededores venía y dejaba ropa, comida, juguetes y más cosas que a ellos ya no les servían, pero que para muchos refugiados eran un gran regalo. Poco a poco se formaron pequeñas montañas de “regalos” en el vestíbulo del instituto. Alumnos de todas las edades ayudaban en los recreos metiendo todo el material en cajas y preparándolo para su envío a Siria, algunas con mensajes alentadores en su interior. Aun así, la cantidad de comida, juguetes o medicinas nunca disminuía, pues tal era la suma de personas que venían a ayudar con su pequeño gesto que siempre había trabajo para los voluntarios.

Finalmente, tras semanas de esfuerzo, llegó la hora de preparar todas las cajas para ser recogidas. Después de comer, los alumnos voluntarios del grupo de Amnistía nos pusimos manos a la obra en el salón de actos del instituto. Mi amiga Jara y yo nos ofrecimos voluntarias para guardar toda la ropa, pero no sabíamos lo difícil que iba a ser. Nuestro trabajo consistía en ir a una sala donde estaba toda la ropa organizada por las conserjes en “ropa de mujer”, “ropa de hombre”, “ropa de niña”, etc, llevarla hasta el salón de actos, y allí guardarla bien en bolsas de basura perfectas para el transporte.

Mientras tanto, los demás voluntarios tenían que contar todas las cajas que había almacenadas, moviéndolas de un extremo al otro del salón de actos. Las cerraban y etiquetaban bien, y una compañera llevaba la cuenta en su cuaderno. Pero cuando terminaron, se dieron cuenta de que el número que tenían ellos apuntado no coincidía con el número real de cajas, así que tuvieron que volver a empezar. Aun así, nadie se quejó. Se lo tomaron con buen humor y, entre risas, volvieron a hacer todo el trabajo. Los más fuertes llevaban las cajas de cuatro en cuatro, otros, empujándolas, y un rato después, por fin habíamos terminado.

Todos estábamos contentos y satisfechos con todo lo que habíamos hecho, y sabíamos que, en unos días, se llevarían todas las cajas a los campos de refugiados, y habría muchas personas que agradecerían nuestro trabajo, porque lo que nosotros habíamos hecho era, más que meter ropa y mantas en cajas, era preparar calor para quien no lo tenía, más que meter juguetes en cajas, era dar lo que nosotros tenemos a niños que nunca lo han tenido, más que meter medicinas en cajas, era enviar esperanza."
      
      Esta vez se ha multiplicado la solidaridad, no solo de nuestro Instituto, sino también de otros Centros Escolares: el IES Guadarrama, los CEIP Miguel de Cervantes (Villalba), Mariano Benlliure (Collado-Villalba), Felipe II (El Escorial), y del Grupo Scout Matterhorn 217, además de personas particulares y familias. 
     
      Entre todos hemos conseguido, como dice Leticia, montañas que colapsaron la entrada al Instituto en solo quince días y que hacían que se nos saltaran las lágrimas atropelladas entre la alegría por tanta humanidad y el agobio por tener que organizar tamaño volumen. 
     
      Pero la solidaridad continuó y surgieron muchas manos que ayudaron a la tarea: en cada recreo siempre había una decena de personas (alumnos del grupo de Amnistía, otros del Grupo Específico Singular y de Formación Profesional, las conserjes, el aliento de Jefatura de Estudios...) empacando la ayuda en las cajas que amablemente nos cedían los supermercados del barrio.
    
      Un momento emocionante fue cuando recibimos al grupo de ocho refugiados del Proyecto "Integra" para una charla coloquio, y, al ver todos aquellos paquetes, se arremangaron y se pusieron como otros más a echar una mano.

      Fueron finalmente doscientas cincuenta y ocho cajas que hicieron insuficiente el camión de la Fundación SEUR, de modo que tuvo que volver al día siguiente otra vez para transportar todo a los almacenes de la AAPS en Madrid. Esos dos camiones iban cargados de humanidad, simbolizada en un sobre lleno de dibujos de niños y niñas del CEIP Miguel de Cervantes, que expresaban su deseo de que la guerra acabara, de que los niños sirios volvieran a jugar felices, ya fuera en su país o en España, donde querían darles la mano. 

     Pero nuestra labor no había terminado: la gente había aportado ropa y calzado, a pesar de nuestra advertencia de que la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio no recoge ropa en España, pues les resulta más útil conseguirla en Turquía. Pues bien, nos encontramos con que teníamos cien bolsones de ropa. ¿Qué hacer con ella? Teníamos que ser lo más fieles posible a nuestra convocatoria, ya que la gente la había entregado para los desplazados. 
     
      Y en eso nos enteramos de una recogida en Galapagar para la Asociación Arena. Nos pusimos en contacto con Vanesa, en su panadería, que recibió entusiasmada nuestro aviso y organizó a sus gentes para que hicieran varios viajes en coches particulares para llevársela, así que quisimos agradecérselo personalmente, y conocimos en Galapagar a Vanesa y también a Julián, promotores de causas solidarias de todo tipo en su pueblo. 

      Y nos presentaron a Teresa Vázquez, de esa Asociación Arena, una mujer con una fuerza increíble, que nos aclaró que que separarían la ropa para hacerla llegar a refugiados del este de Europa, pero también a los campamentos de Calais.

      Nos contó que ya han hacho algún envío de ayuda (ropa, generadores eléctricos...)  y comprobando la crueldad en las aduanas y la burocracia tremenda que les exigen para poder hacerlo llegar. De su tristeza, de su enfado por la insensibilidad de las autoridades, saca una enorme energía: "Podemos poner fronteras. Da igual. Seguirán viniendo. Hay de nuevo una crisis dramática en Lesbos, porque el dinero prometido por la Unión Europea a Turquía, no llega, y los turcos están dejando pasar a los refugiados". Le dijimos que estamos recibiendo llamamientos a la desobediencia ciudadana respecto a la política de acogida a los refugiados. Y respondió "No es desobediencia, sino obediencia al compromiso que España, Europa ha contraído y está incumpliendo"

IMÁGENES DE LA RECOGIDA EN EL JUAN DE HERRERA
      








lunes, 30 de enero de 2017

LA GUERRA. POESÍA

Parece que los astros se conjuran de vez en cuando y confluyen de manera mágica. 
     
Anoche, pocas horas después de publicar en el blog el poema de López-Gomis, recibí este mensaje de Eduardo, poeta desde siempre, abrumado por la mediocridad de gobernantes manipulados como marionetas por intereses solo económicos, deshumanizados; indignado por la falta de reacción de la gente hipnotizada por redes sociales, inmersa en el consumismo; dolido por el sufrimiento de tantos:

"Tengo un poema escrito hace tiempo que habla algo de los temas que tratáis en vuestro foto. Os lo dedico a todos los que eleváis la voz en son de protesta más que los demás, unos pocos que movéis conciencias a muchos. Es, la vuestra, una labor admirable. Un abrazo y mi admiración. Utiliza el poema para lo que quieras, si te parece, si no, da igual, es mi canto desesperanzado."

    Pues unimos tus palabras, Eduardo, a nuestra voz, para que llegue más lejos. Gracias. 

  LA GUERRA
Eduardo Trinchant

  Detrás de tanta destrucción
              de tanta muerte...

  ¿ Qué se esconde ?

  ¿ Es el noble ideal
              de cambiar el mundo
              para mejorarlo
              esgrimido por los políticos, los papas,
              los banqueros, los vendedores de armas
              y tantos

  otros que se enriquecen
              con el negocio abominable
              de la guerra ?

  ¿ Es la necesidad
              de ser útil a los demás,
              erigiéndose unos,
              en estandartes
              de la libertad,
              otros en defensores
              de ideologías ?

              Desde la soberbia americana,
              que solapadamente
              lo que defiende
              es su economía,
              a la locura del dictador
              o el patriota exaltado.

  TODOS PERMITIMOS
              el bárbaro acoso
              a las razas pobres,
              a los escarnecidos
              a los pueblos deprimidos,
              a los esclavizados pueblos africanos,
              a tantos otros que por el hecho de nacer
              les ha tocado padecer la miseria,
              la agresión y la muerte violenta.

  Siempre está presente
              el omnipotente dinero,
              que juega con la carne
              y el sudor del que no posee nada;
              de los que son utilizados como carnaza
              para los poderosos,
              exponiendo su vida,
              que le es arrebatada
              junto con la vida de sus  hijos,
              en ese abuso terrible
              de la violencia atroz,
              que se cree justificada,
              que nos la  j u s t i f i c a n,
              que en el hábito de la repetición
                J U S T I F I C A M O S.

  ¿ A quienes pertenecen las guerras ?
              ¿ Son de todos
              o sólo de los que contienden ?

  YO formo parte de estas guerras,
              porque desde mi rutina,
              cumplo con la egoísta función
              de vivir un día más...
              C Ó M O D A M E N T E,
              alejado, pasivo,
              agradeciendo a lo sumo
              que no me afecte.

  ¿ Puedo hacer algo ?
              Creo que no...
              pero es una falsa creencia
              amparada en la superficialidad,
  porque:
              Pude haber llorado y no lo hice.
              Pude haber estado en vela
              y no lo hice.
              Y me avergüenzo de mi país,
              y de mí mismo...
              pero esa vergüenza no vale
              nada frente al terror de los que sufren
              la guerra en su propia  
              C A R N E,
              frente a la sangre inocente
              D E R R A M A D A,
              frente a los
              O J O S  asombrados
              de tantos niños masacrados.

  Las guerras no se darían
              si fuésemos capaces de renunciar
              a la riqueza y al vacío mundo
              de la posesión desordenada.

  Las guerras no existirían,
              si cada uno de nosotros,
              si casi todos
              no se lo permitiéramos
              a unos pocos,
              si no fuéramos cómplices silenciosos
              en el bienestar y en el consumo,
              en esa filosofía de vida del
              primero yo.
              Después... ya no habrá


              N A D A  NI  N A D I E.

domingo, 29 de enero de 2017

SER ORILLA. POESÍA.

SER ORILLA
Javi López-Gomis. Enero 2017
"El estío fue casi como tu casa,
en ella tú sabes mantener todo -
ahora has de ir fuera en tu corazón
al igual que se va por la llanura."
Rainer Maria Rilke

I
Las paredes de la casa ya se desplomaron.
Algo se edifica ahora en el hueco
de una herida que permanece aún
sangrando      temblando la injusticia
de los muros levantando más fisura y más frontera
—tanto aullido—

no hay silencio
/yo sé bien que no hay silencio:
las piedras acumulan gritos
en un suelo que cosecha espantos
y la tierra baila con música de grieta

/el hogar se cae:
la calma tan desvanecida,    entre los ojos
de los niños     el terror más solo
/no hay cobijo ante un cielo frío que golpea, que retumba miedo.

No hay silencio
/sé bien que tú conoces
la sinfonía de la sangre a destiempo
tan palpable     el grito —la grieta y tu por qué—

¿Qué hacer entonces bajo tanta sombra
     bajo el canto repetido
de un fantasma belicista?
Buscarle luz al mundo cuando el mundo te ha gruñido
noche hueca y alarido y desencuentro/
buscar lo quieto de un temblor que te cobije
como chimeneas encendidas.

Salir de la canción de los escombros
con los pies buscando algún silencio
/algo que mitigue el golpetazo de lo indigno
—el hambre tan bien inventada.
Salir a edificar un nido,
caminar por el inestable hilo de la pérdida.
No saber a dónde y no acallar las voces:
el eco de los desaparecidos penetrando cada pulso
/no hay silencio.


II
En mis manos sangra la vergüenza de esta Europa.
Me tiemblan en las manos los gatillos
de quienes eligen negociar el sufrimiento.
Se me disparan en la boca quieta
los sollozos porque no comprendo y no hay silencio:
estoy mascullando todo lo que hay en mí
que eres tú* y no es grieta ni frontera
ni sombra artificial.
Mis pies van al encuentro de tus pasos
para construir, rama a rama y segundo por segundo, una cama
de futuros
/hogar donde posar lo quieto de una calma.

Sólo puedo abrir las palmas de las manos, heridas
tras edificar     un nido de ternura
o una morada entera de silencios cálidos.
Extender los brazos y acallarme para tus ojos
con mis ojos llenos de lumbre y acogida.
Sólo puedo abrir los oídos
como quien escucha tu horizonte
/por entero     ser toda la extensión de algún silencio más clemente

ser orilla
para todos tus naufragios.

*de Alejandra Pizarnik

      Apareció, como había anunciado, el poeta en nuestro Grupo, en la tercera semana de enero, justo cuando andábamos preparando la charla de mañana, 30 de enero, Día Escolar de la Paz y la No Violencia. 

      Escuchó en silencio los cruces de palabras de unos y otros, nos consideró un equipo unido y surgió la idea: escribiría un poema que sería un obsequio para los diez jóvenes becados en el Programa "Integra" de la Universidad Camilo José Cela que nos visitarán mañana. 

      Y volcó en palabras su humanidad, su dolor, su rabia y su ternura. Aquí está su regalo. 
      
      Gracias, poeta.