"Soy defensor de los Derechos Humanos, especialmente de los derechos de las personas 'trans', y, junto con Amnistía, estoy trabajando para cambiar la ley sobre reconocimiento legal de género.
Según está dispuesto en la ley actualmente por el gobierno de Finlandia, para proceder al cambio de género, uno tiene que ser mayor de dieciocho años, haber sido diagnosticado con una enfermedad mental, y haber sido esterilizado. Y yo, por lo que estoy luchando, es por el derecho a la autodeterminación. Es decir, que uno pueda llegar, rellenar un formulario y poder cambiar de género. Y seguiré trabajando hasta que la ley cambie. Ese es mi deseo.
Estoy muy contento de ver todo el apoyo que mi caso ha recibido aquí, en España. He estado viajando alrededor de Europa explicando mi caso y recopilando firmas. Todas estas firmas se las vamos a enviar al Secretario del Primer Ministro la próxima semana; se las vamos a entregar.
Esto ha sido parte de la campaña 'Write for Rights' ('Escribe por los Derechos'), y de hecho, gracias a esta campaña, el Primer Ministro de mi país ha recibido muchísimas cartas. Lo que estamos intentando hacer es precisamente elevar la presión internacional, para que el gobierno, o bien explique por qué no ha cambiado la ley, o directamente la cambie."
Sakris Kupila en el Encuentro de jóvenes AI 2018 |
Son palabras de Sakris Kupila, durante el Encuentro de Jóvenes de Amnistía Internacional que tuvo lugar el domingo 11 de marzo de 2018 en Madrid, al que acudieron cinco integrantes de nuestro Grupo Escolar del IES Juan de Herrera. Sakris explicó a estudiantes de universidad, de secundaria y jóvenes en general por qué eligió el activismo para cambiar esas leyes discriminatorias.
Dos días antes, el viernes 9 de marzo en la sede de Amnistía Internacional España de Madrid, otras dos personas del Grupo también tuvimos la oportunidad de hablar con Sakris, esta vez en un Encuentro de Red de Escuelas.
Sakris Kupila en el Encuentro con Grupos Escolares en la sede de AI España |
Era aún adolescente cuando se dio cuenta de que era transgénero, pero se le denegó el reconocimiento legal de su identidad de género, porque rechazó los requerimientos que exige este proceso en Finlandia, como hemos visto en sus palabras: ser mayor de dieciocho años, tener un diagnóstico psiquiátrico y ser estéril o someterse a esterilización, lo cual tiene que resultar difícilmente asumible por cualquier persona, y en especial por un estudiante de Medicina, como es Sakris.
Desde que cumplió dieciocho está luchando para que el gobierno finlandés cambie esa legislación de 2013 relativa a las personas transgénero, puesto que está claro que esos requisitos violan los Derechos Humanos.
Amnistía Internacional se ha unido a su
causa en 2017 con la campaña de firmas que
secundamos en nuestro Grupo Escolar en diciembre
pasado, y en la que explicamos a todas las clases del Instituto el caso
de Sakris, tras lo cual conseguimos para su causa trescientas setenta y cuatro firmas, trescientas dos de alumnos y setenta y dos de adultos.
Sakris Kupila en el Encuentro con Grupos Escolares y activistas AI. |
Sakris nos
transmitió su agradecimiento por el hecho de que componentes de la Red de Escuelas, aún tan jóvenes, se unan en su lucha. Agradeció todas las firmas recogidas, que se suman
a las que le han llegado de todo el mundo, y, al entregársele una carpeta con
mensajes y dibujos, se reconoció sonriente en uno que representa su figura casi
sepultada por una montaña de cartas.
Sakris confesó que antes tenía una
gran timidez, y también que sentía una enorme soledad, por lo que reconocimos el valor de que actualmente se encuentre expuesto, con tan gran visibilidad en medios de comunicación y
en redes sociales. Pero respondió que la lucha requiere eso, y que, por otra parte, la
notoriedad que ha alcanzado, le sirve de protección.
Fue doloroso escuchar la gran incomprensión que ha soportado,
sobre todo al principio, incluso por parte de su círculo de amigos y de miembros de su propia familia, hasta que comprendieron su sufrimiento. También, que haya recibido palizas por parte de gente intransigente de su pequeña localidad. Por el contrario, el apoyo firme de personas de
su entorno, le ha ayudado a reconocer la verdadera
amistad.
Fue cuando accedió a la universidad, en una ciudad más grande, cuando se vio rodeado de una red de seguridad, y cuando Amnistía comenzó a interesarse por su lucha, a reconocer su papel como defensor de Derechos Humanos, y a darle protección y acompañamiento en su trabajo en defensa de los derechos de las personas transgénero. Esperemos que con ello Sakris deje de sufrir acoso, intimidación, amenazas de palizas violentas y hostilidad abierta, hostigamientos que han llegado a obligarle a dejar sus estudios durante un año.
La otra tarde le transmitimos que nos sorprende que
Finlandia, un país nórdico que se supone avanzado (de hecho es un referente mundial en cuanto a su sistema educativo), sea tan intransigente, y le
preguntamos si se están consiguiendo avances. Su respuesta fue que está siendo
muy difícil, pero que confía en que pueden conseguirse cambios. Para ello, como hemos transcrito, va a
ir en fechas próximas a entregar a su Gobierno las firmas recogidas. En esa entrevista le acompañará Amnistía Internacional.
#SakrisKupila #transrights #transgenderrights @sakriskupila
Amnistía Internacional trabaja desde 1991 por los derechos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI), que en muchas partes del mundo no son respetados y a los que se les niega el disfrute en condiciones de igualdad de su derecho a la vida, a la libertad y a la integridad física. Entre el 1 de enero de 2008 y el 31 de diciembre de 2014 fueron registrados 1731 asesinatos en el mundo contra personas transgénero. (FUENTE: http://www.rivasactual.com/archives/28520)
- FIRMA LA PETICIÓN AL PRIMER MINISTRO DE FINLANDIA para exigir que el Gobierno finlandés apoye a los defensores y defensoras de derechos de las personas transgénero como Sakris y que haga que el procedimiento para el reconocimiento legal de la identidad de género sea rápido, accesible y respete los Derechos Humanos.