‘’MALTA RADIO’’
Por
Pablo Ontoria Ortiz *
El
viernes 14 de diciembre tuvo lugar, en la Casa de Cultura de San Lorenzo de El
Escorial, la proyección del documental ‘’Malta Radio’’. Su director, Manuel
Menchón, acudió como invitado de honor a la proyección y cinefórum, organizado por
el grupo de Amnistía del IES Juan de Herrera.
Con
antelación a las 18:00 horas, momento del inicio del acto, la sala de
proyecciones y conferencias de la Casa de Cultura acogía a un centenar de
personas que ocupaban la mayor parte del auditorio. Alumnos del instituto,
ex-alumnos, miembros de Amnistía, profesores, amigos, conocidos, vecinos del
pueblo, profesionales de distintos ámbitos, el director del filme, los técnicos
y organizadores de la Casa de Cultura… Todos se habían congregado en la sala y
charlaban mientras iban eligiendo sus asientos. Poco después, un alumno
miembro de Amnistía, nos pedía silencio muy cortésmente. Tras unas palabras
introductorias y de agradecimiento de Manuel Menchón, la proyección daba
comienzo.
El documental
Vemos unos
créditos de apertura a intervalos borrosos, como en una radiofrecuencia, que
nos introducen poco a poco, acompañados de voces e imágenes erráticas, en la
vida de un joven faenero de Santa Pola, narrada por el mismo; y paralelamente,
en el peligroso viaje de un hombre que emigra de Eritrea y se dirige a Europa.
La
travesía que emprenden ambos, en circunstancias y condiciones muy diferentes,
los llevará a encontrarse cara a cara, en medio del mar, cuando el faenero de
los santapoleros avista la patera en la que viajan decenas de emigrantes de
distintas procedencias y deciden ayudarlos.
El coloquio
Un
estallido de aplausos sucede al fundido a negro final. Se encienden las luces y
tres miembros del Grupo Escolar de Amnistía Internacional del IES Juan de Herrera suben al escenario. Colocan varias
sillas, una para el director. Se disponen a hacerle unas preguntas.
El
filme, compuesto por entrevistas, metraje rodado a bordo, vídeos de móvil y
fragmentos de noticias, nos trasmite con tanta crudeza como empatía la historia
de dos viajes, el de los pescadores y el de los inmigrantes, pero ambos acaban
siendo la misma travesía: un viaje para sobrevivir. De alguna forma, tras
visualizar la proyección, se nos queda grabado el mensaje de que a sendos lados
del mar sólo hay personas, seres humanos, en lugar de ciudadanos e inmigrantes.
Y todos ellos tratan de salir adelante. Como expresaba Menchón a lo largo del
cinefórum, la voluntad de prestar ayuda, el acto de socorrer a alguien que está
en peligro ‘’no es una cuestión de ideología o religión, sino de derechos
humanos, de ser personas humanas. ’’
‘’Malta radio’’ (2006) es el primer largometraje que realiza
Menchón, habituado hasta entonces a trabajar en publicidad. Aquí se puede ver
un tráiler del filme: https://www.youtube.com/watch?v=dminJRrEOXQ.
Este documental surgió de forma tan espontánea como fabulosa: en
2006, un día cualquiera, Menchón encendía el televisor cuando de repente vio en
los informativos un barco faenero con una cuerda atada a una patera de
inmigrantes. Interesado por la noticia, decidió marcharse hasta allí para
documentarlo. Sin embargo, durante los primeros días a Menchón y a todos los
periodistas le fue negado el acceso al barco por las autoridades. Ello explica
que parte del material del documental haya sido grabado con un móvil. En estas
partes vemos la travesía de los marineros, su encuentro con la patera y el día
a día de los inmigrantes y los viajeros a bordo del Francisco y Catalina.
Manipulación mediática
Un
aspecto sobre el que incidió Menchón en el coloquio posterior a la proyección
fue el actual fenómeno de creación de noticias falsas y manipulación mediática.
Ante algunos comentarios del público que apuntaban a los grandes medios,
expresó que éstos no le preocupaban tanto como las redes sociales, donde es
fácil crear y expandir ‘’bulos’’ o
noticias falsas carentes de cualquier base objetiva, y cuyo único fin es
propiciar el odio. Esto, explica Menchón, no responde a un interés político,
como mucha gente cree, sino económico. Económico porque son decenas de billones
de euros los que se invierten en España y en Europa en seguridad fronteriza.
Continúa explicando que la migración es un negocio, una industria en toda
regla. Son empresas privadas las que se encargan de esta seguridad, y facturan
por ello tantos millones como los que la industria armamentística obtiene por
la venta de armas y municiones a países beligerantes de África y el Medio
Oriente.
También
destaca Menchón, ante el desconocimiento de muchos de los que nos hallábamos
entre el público, que justo en estos momentos, los países de la Unión Europea están vendiendo a Marruecos y
Libia enormes cantidades de armas que acaban destinadas ‘’a los actos más
infames’’: persecución policial y militar, lucha de guerrillas, asaltos,
conflictos. Añade que existe entre estos países y
la UE "un pacto tácito" de control fronterizo que en ocasiones
implica contraprestaciones económicas y políticas.
El
debate del cinéforum tocó también el asunto de la reciente proliferación de
grupos e ideologías racistas, xenófobos, nacionalistas y anti-inmigración, los
cuales están ganando poder en toda Europa y en Estados Unidos de manera
preocupante, e incluso en otros lugares, como ha ocurrido con la reciente
xenofobia de muchos colombianos ante la llegada de refugiados venezolanos.
Hoy en
día, a este tipo de discursos no le resulta difícil convencer a multitudes. Es
fácil dejarse contaminar por las noticias falsas de internet, las cifras
presentadas de forma tendenciosa o los titulares engañosos. Es relativamente
sencillo caer en las redes de estas ideologías.
Sin un
agudo espíritu crítico, somos una población influenciable porque actualmente,
en países occidentales y desarrollados como España, todo el mundo tiene acceso
a las redes sociales y a la información, pero quizá muchos ciudadanos carecen
de espacio y tiempo para la reflexión, para el conocimiento, incluso para
recibir una educación de calidad que fomente los valores de la comprensión, el
análisis y el pensamiento autónomo.
Menchón quiso aportar algunos datos que nos pudieran
ayudar a contrarrestar los eslóganes y enunciados vacíos de la manipulación
mediática y echar abajo prejuicios y tópicos que nos sitúan bastante lejos de
la realidad. Dijo que, según las encuestas, ‘’el 85% de la población española
está a favor’’ [de dar asilo y acoger a los inmigrantes]. Otra de las opiniones
escuchadas con tanta frecuencia en la calle es que los inmigrantes ‘’nos
invaden’’, pero lo cierto es que ‘’el total de extranjeros (incluidos los
inmigrantes pero también los rusos, los ingleses, los estadounidenses, etc. con
un elevado poder adquisitivo) [en España] oscila en los últimos años entre un 8,5 y un 9% de la población total’’. Una cifra bastante modesta si la comparamos
con el 12% o más que rondaba la población extranjera en España en los años
previos a la crisis.
Pero
incluso más allá de cifras y estrategias político-económicas, no hay que
olvidar que ‘’es ilegal no socorrer a alguien que te encuentras en el mar. Esto
en derecho marítimo es ilegal’’.
En el
caso de ciertos discursos conservadores, hay una ironía doliente, que Menchón
no se dejó en el tintero, y que también era desconocida para muchos de los allí
presentes. Líderes conservadores como José María Aznar, o recientemente Pablo
Casado, han visitado países latinoamericanos y han dado mítines y conferencias
a favor de la inmigración. Han invitado a sus gentes a migrar a España, porque
saben que el flujo migratorio es necesario, diría más, imprescindible para
España, si es que queremos mantener los niveles demográficos, la tasa de
remplazo generacional (la tasa de natalidad parece ser la más baja hoy desde
los años cuarenta) y el nivel de desarrollo económico. Sin embargo, en tierras
españolas esos mismos políticos prefieren enarbolar discursos excluyentes y
privativos, descartar de la sanidad a los sin papeles y adoptar las políticas securitarias de cierre de fronteras. Quizá
sea conveniente mantener la hermética seguridad que tan cara les cuesta.
La dignidad de los migrantes
Un tema
que hace tiempo ganó relevancia en el debate antropológico es la imagen que nos
formamos del otro, y el peligro de representar al diferente como incapaz,
inepto, ignorante o vulnerable. En ‘’Malta radio’’ los inmigrantes no aparecen
como seres vulnerables o inferiores; en ningún caso son vistos como ‘’los
pobrecitos’’, sino que mantienen intacta su dignidad como seres humanos. Nos
contaba Menchón que tuvo que lidiar con cierta productora, porque ésta quería
mostrar unas imágenes de una mujer migrante que lloró durante la entrevista.
Pero el director se negó, al considerar repugnante la idea de utilizar el
llanto como recurso melodramático o sensacionalista. Para él la persona está
por encima de los fines, y es más valioso el respeto y la dignidad humanas. Por
la misma razón no aparecen las mujeres que viajaban a bordo de la patera, ya
que se encontraban anímicamente destrozadas, en estado post-traumático.
En este
sentido, Beatriz, una antropóloga del público, plantea que ha echado un poco en
falta la presencia de mujeres en el filme, aunque sí que hay muchas otras
cosas: derechos humanos, temas de migración, orígenes, geopolítica,
sentimientos, etc.
Menchón
contesta que un director / realizador tiene que tener muy claro por dónde
quiere ir. Qué quiere contar, cuál es su línea. Que si no, es fácil perderse, y
él estuvo a punto de hacerlo.
Personalmente,
sí que veo que la presencia de las mujeres está retratada a través de su ausencia.
En lo difícil que es para ellas migrar, más que para los hombres. En lo duro
del viaje de una madre de la que oímos hablar en el documental, y que decide
marcharse incluso embarazada, con tal de escapar del hambre, la pobreza y la
guerra.
El que emigra no es el más pobre
Por otro
lado, como decían algunos espectadores en la pasada proyección, en el
documental se desmitifica la idea de que el que emigra es el más pobre: el más
pobre no puede permitírselo, porque hay que pagar miles de dólares para cruzar
el desierto y embarcarse en una patera, y a veces se requiere para ello los
ahorros de toda una familia.
Sólo como referencia, cruzar el Sáhara les costó a los migrantes
de Malta Radio más de 3.000 dólares. Atravesar Libia, unos 1.000 dólares. Y por
embarcarse en una patera atestada de viajeros con rumbo a Europa hubo que pagar
unos 1.600 dólares.
Intervenciones
Durante
las intervenciones del final, el público se mostraba animado, despierto,
interpelado por la cruda realidad, atento a cualquier comentario o cualquier
pregunta que pudiera surgir. Se ha mencionado que los jóvenes, allí presentes,
también podrían tomar la palabra y hacer preguntas. Otros han respondido que
son los chicos y chicas jóvenes quienes han organizado este encuentro, y que
parece haber ‘’esperanza’’ en el futuro. Que algo debe de cambiar con este tipo
de encuentros, que a pesar de toda la incertidumbre y la marisma de
incomprensión y radicalismo en que suman los seres humanos cuando no quieren
ver al otro como hermano, al diferente como cercano, a pesar de ello, hay
esperanza.
Menchón,
pues, ha repetido que hemos de estar atentos a las noticias, ser conscientes de
la manipulación de los poderes económicos, y pararnos a reflexionar y no
dejarnos adocenar.
Además
de la proyección y el coloquio, los alumnos del instituto nos han hecho entrega
de un cuestionario sobre la comprensión de la película y un documento-base, con
el objeto de ampliar la información y contextualizar el documental. De hecho,
resulta curioso que el hijo del capitán del barco, Pascual Durá, vuelva a
repetir la historia de salvamento y generosidad de su padre, al verse en la
misma situación el 1 de diciembre de 2018. Doce pasajeros subsaharianos, fueron
rescatados por su embarcación. Hasta ser rescatados, los inmigrantes viajaban a
bordo de una barca perseguida por la patrulla militar libia.
El Mediterráneo se ha convertido según varias oenegés en una
gigante fosa común. No en vano CEAR publicó en 2016 el vídeo ‘’Rescatemos
nuestro Mediterráneo’’, con la colaboración de Joan Manuel Serrat.
Pequeños nichos de esperanza
Como expresaba Beatriz, es esperanzador que se creen ‘’pequeños
nichos’’ que brotan aquí y allá, como este cinefórum, y crean un espacio de
reflexión y crítica, mientras parece que la sociedad vira hacia otro lado.
A pesar del final del filme, que acaba con el incierto futuro de
los inmigrantes y la grandiosa recepción de los marineros en el puerto, si
preguntamos a Menchón nos dirá que para él, los héroes no son los pescadores
sino los inmigrantes.
Gracias a Javier Montenegro por acoger este acto contra el racismo y la xenofobia y por todas las facilidades para llevarlo a cabo.
Y gracias, claro, a Manuel Menchón otra vez, por tu película y por todo lo que haces para que el mundo sea mejor.
PARA SABER MÁS:
- “El
negocio de la xenofobia”, de Claire Rodier.
- Entrevista de Europa abierta (RTVE) con la autora de “El
negocio de la xenofobia”, de Claire Rodier.
No hay comentarios:
Publicar un comentario